El fin de semana pasado fue de cuatro días gracias a la Pascua y los aproveché para hacer un pequeño viaje. Ottawa está a unos 170 Km de Montréal y pertenece a la provincia de Ontario. Ottawa es la capital del país y ahí se encuentran concentrados los poderes políticos. Además de conocer la ciudad estaba interesado en sus museos y tuve la suerte de visitar la Galería Nacional, el Museo de la Naturaleza y el Museo de las Civilizaciones. La Galería Nacional fue la que más me gustó, vale mucho la pena, tiene una colección de arte internacional muy buena: Picaso, Monet, Van Gogh, Klint, Warhol, Rothco, etc por mencionar a los más conocidos. Además tiene una sección para artistas canadienses y arte contemporáneo. Además afuera de la Galería esta una escultura que costo 3.2 millones de dólares y es una araña gigante. El Museo de la Naturaleza es muy interactivo y está dedicado especialmente a los niños. Había una exposición de ranas y la sección de dinosaurios fueron las más interesantes. En el Museo de las Civilizaciones puedes aprender como era la vida de los primeros pobladores de Canadá hasta nuestros días. En la ciudad la zona más atractiva es alrededor del Parlamento. Cerca de ahí está el mercado Byward, dónde puedes comprar unas galletas Obama, famosas por que el presidente de USA hizo una parada en una panadería de ahí en 2009. También puedes come unas "colas de castor", masa aplanada en forma de la cola de un castor, frita con azúcar, canela o lo que le quieras poner encima. Esa zona tiene bastantes restaurantes y bares. En Ottawa se encuentra también el canal Rideau, que en invierno se convierte en la mayor pista de patinaje del mundo (7.6 Km). Un fin de semana como este es suficiente para descubrir y explorar un sitio como Ottawa que a partir del 9 de mayo se cubrirá de flores (tulipanes) que son donados año con año desde Holanda como agradecimiento a la participación canadiense en la segunda guerra mundial y que embellecen a la ciudad cada primavera.
4.25.2014
4.16.2014
Propina Obligatoria
Una de las
situaciones más controversiales con las que se encuentran los extranjeros en
Montréal es el de la regla no escrita de que las propinas son obligatorias en
muchos de los servicios. Y cuando a un incauto viajero se le olvida (o no lo
sabe) la persona que te ofrece el servicio llámese taxista o camarer@ se encarga
de recordártelo, algunos con buena educación y otros con modales nada amigables.
El fin de semana estuve en una de las zonas más turísticas de Montréal con
algunos extranjeros y me tocó presenciar esta situación. En una “crepería” del
viejo Montréal, después de un servicio terrible en dónde tuvimos que ser
nosotros los que nos levantáramos para pedir la carta y esperar bastante tiempo
sólo por un café, a la hora de la cuenta ésta venía ya con la propina de 15%
incluida. Cuando a la camarera se le preguntó que si se podía pagar sólo el
precio del consumo más los impuestos, de manera poco educada nos dijo que en
Montréal era obligatorio pagar propina. Ante esta situación se le dijo que se
le dejaría propina pero que no sería el 15% sino el 10%. La chica aún más
enojada fue por una calculadora para calcular su propina, en ese momento ya
totalmente inmerecida. Al salir, mis amigos comentaron que la manera de
expresarse de la chica había sido totalmente descortés y ellos creyeron que fue
por ser franceses, cosa que se diferencia en su acento al hablar francés
comparado al de los quebecos y que según ellos no se llevan bien entre si. Ya
por la noche en un bar, me tocó a mi el numerito de la propina. Estábamos en la
barra del bar y yo estaba conversando con un chico en español. Pedimos nuestras
bebidas, me tocaba pagar y lo hice. La chica de la barra me devolvió 2 dls de
cambio. Los recogí de la barra y los guardé en mi bolsillo mientras buscaba algunas
monedas para dejarle la propina. No pasaron más de 10 segundos cuando llego el
recordatorio de la propina. Como mi amigo estaba más cerca de la barra se lo
dijo a él en francés y después se volvió a mi y primero me pregunto si hablaba
inglés y al responderle que sí me dijo en este idioma que la propina no estaba
incluida, a lo que contesté que lo sabía pero que estaba buscando monedas.
Parece ser que la paciencia para recibir propinas no era la suyo. Así que ya lo
saben, cuándo vean los precios en Montréal tengan en cuenta que además lo escrito
deben agregar unos 15% de impuestos y sobre este precio otro 15% de propina,
eso si no quieren sufrir mal de ojo…
4.09.2014
¿Primavera?
Oh! el blog olvidado...
A estas alturas (Abril) muchos nos preguntamos si realmente hay primavera en Montréal. Apenas la semana pasada tuvimos temperaturas por arriba de los cero grados e incluso el pasado lunes cayeron algunos copos de nieve. Ahora hace un día soleado y parece que este mes ya hay un gran cambio y las temperaturas no harán más que ascender. Este cambio es muy notorio en la actitud y humor de las personas, se les nota más felices y seguramente a mi también. Veo personas aprovechando el sol como si no lo hubieran visto en mucho tiempo y algunas otras haciendo ya uso de sus bicicletas. Espero pronto comprar una y convertirla en mi medio de transporte. Por cierto la palabra primavera en francés me parece bonita, - printemps- =)
A estas alturas (Abril) muchos nos preguntamos si realmente hay primavera en Montréal. Apenas la semana pasada tuvimos temperaturas por arriba de los cero grados e incluso el pasado lunes cayeron algunos copos de nieve. Ahora hace un día soleado y parece que este mes ya hay un gran cambio y las temperaturas no harán más que ascender. Este cambio es muy notorio en la actitud y humor de las personas, se les nota más felices y seguramente a mi también. Veo personas aprovechando el sol como si no lo hubieran visto en mucho tiempo y algunas otras haciendo ya uso de sus bicicletas. Espero pronto comprar una y convertirla en mi medio de transporte. Por cierto la palabra primavera en francés me parece bonita, - printemps- =)
4.01.2014
Cabaña de Azúcar
En la región de Quebec se produce la mayor cantidad de miel de maple del mundo. Este jarabe se extrae de los arces, emblema de Canadá cuya hoja es la que aparece en su bandera. Una de las actividades familiares de principios de primavera es la visita a las Cabañas de Azúcar, que es el lugar en dónde se fabrica este jarabe. El pasado domingo fui a una de estas cabañas y les cuento la experiencia. La mejor opción es ir en coche pero también es posible llegar en transporte público teniendo paciencia. De la puerta de mi casa hasta la puerta de la cabaña hice unas 3 horas y media, lo cuál de haberlo sabido antes quizás no hubiera ido, esto sin contar que estaba cayendo una nevada considerable con mucho viento. En realidad hubiera tardado una hora menos pero uno de los autobuses necesarios para ir pasaba cada hora y el que tenía planeado usar se me fue. Así que mi ruta para llegar fue: autobús-metro-metro-autobús-taxi. Llegando a la cabaña hay que hacer fila para comprar los boletos de entrada que cuestan en promedio unos 20 dólares y te dan derecho a un desayuno. Esta parte de la visita es muy simple pues entras en un comedor gigante y te sientas a disfrutar de un desayuno, en dónde el producto principal es la miel de maple. Comí pan con maple, frijoles con maple (no pongan cara de asco, no están tan mal... tampoco tan bien!), huevo con jamón, salchichas y... adivinen, si maple. Y de postre una tarta de manzanas y maple muy buena... Una vez que dejas de poner en riesgo tu salud con tanta azúcar puedes visitar unas cabañas dónde tienen las ollas dónde se hace el jarabe y dónde se vierte aún caliente sobre la nieve para que con un palito de madera puedas hacer tu propia paleta de maple mientras ésta se va enfriando. Después puedes dar un paseo por una zona dónde se encentran los arces y puedes ver cómo es el proceso de extracción de la savia. Debo decirles que con tanta azúcar y después de hacer el mismo viaje de regreso a casa quedé sin energías por el resto del día. Creo que es una experiencia para hacer una vez nada más...
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